Un bicho detrás de la cámara.
Hace algunos años ya, cuando yo todavía era un niño, realicé con unos cuantos familiares lo que por aquel entonces era el primer gran viaje de mi vida. Iba a meterme 4 ó 5 horas en un coche para viajar hasta Madrid, a un chalé familiar muy cerca de Guadalajara. No es que sea un viaje especialmente largo, pero en aquellos tiempos, cuando solo salía de mi pueblo de semana en semana para recorrer unos escasos 15 km que me separaban de mi familia en otro pueblo cercano, un viaje de cerca de 500 km supondría algo más que una nueva aventura. Me esperaba nada menos que una visita a la más caótica pero curiosamente organizada de las urbes, [...]